FAO definition must recognize that plantations are not forests!
On 21 March, the International Day of Forests, 180 organisations are reminding the UN Food and Agriculture Organisation (FAO) that its misleading forest definition dating back to 1948 must be changed. The definition has allowed the plantations industry to hide the devastating ecological and social impacts of large-scale monoculture tree plantations behind a positive forest image.
FAO’s forest definition has allowed the plantations industry to call their monoculture plantations of fast-growing species such as eucalyptus, pine, rubber or acacia “forests” because it defines a forest only by the number, height and canopy cover of trees on an area. The FAO forest definition has been used as blueprint for over 200 national and international forest definitions since 1948.
Under the guise of this FAO forest definition, the industry has been able to expand fast, especially in the global South, where monoculture tree plantations now cover some several tens of millions of hectares of land. This expansion has brought misery to countless rural and peasant communities, and indigenous peoples. Families have lost land and livelihood where monoculture tree plantations have taken their land, destroyed their way of life, dried up their water springs and streams and poisoned their food with agro-toxins. (1)
“For almost 70 years, the misleading FAO forest definition has served the tree plantations industry well. They have hidden the destruction caused when diverse forests, grasslands and peatlands overflowing with life are converted into ‘green deserts’ made up of monoclonal trees in straight rows behind the positive forest image provided by the FAO,” says Winfridus Overbeek, international coordinator of the World Rainforest Movement.
Forest restoration as climate protection debate adds urgency to get forest definition right
“With the adoption of the UN Paris Agreement on climate change, revision of this FAO forest definition takes on additional urgency”, says Guadalupe Rodríguez from Salva la Selva/Rettet den Regenwald, “it would be a tragedy if the misleading FAO definition makes expansion of these damaging tree monocultures eligible for climate funds earmarked for “reforestation” and “forest restoration.” This would not only harm even more communities where tree plantations take over land used by villagers but also undermine climate protection: Carbon-rich forests could be destroyed and be replaced by monoculture tree plantations with countries claiming that according to the FAO forest definition, no forest area has been lost – despite the massive loss of carbon, biodiversity, water sources and local livelihoods when forests are replaced by monoculture plantations.
An example where the deliberate mis-labelling of plantations as forests allows the plantations industry to tap into climate funds is the ‘African Forests Restoration initiative’ (AFR100). Launched at the 2015 UN climate meeting, it aims to cover 100 million hectares that participating African governments consider “degraded” lands. The World Bank will make USD 1 billion available for this plan – and relies on the FAO forest definition to define eligibility for funding. Unsurprisingly, one of the most controversial tree plantations companies operating in Africa, the Norwegian-based Green Resources (2), was among the keynote speakers at a 2016 conference in Ghana, where the implementation of the AFR 100 initiative was prominent on the agenda.
2017 FAO International Forests Day theme ‘Forests & Energy’ shows urgent need to change forest definition
“Industrialized countries’ unsustainable energy demand combined with their new quest for ‘renewable’ energy is already converting forests in the global South into industrial ‘biomass’ plantations. Yet, the word ‘plantation’ does not appear once on the FAO’s “Key messages” webpage for the International Forests Day 2017″, says Wally Menne of the Timberwatch Coalition, South Africa. For example, to fuel all of the UK’s energy requirements through eucalyptus-based biomass would require some 55 million hectares of plantation in Brazil – an area larger than twice the size of the UK.
180 groups today join the more than 130 thousand groups and individuals who called on the FAO in 2015 to rise to the challenge and urgently change the FAO forest definition because tree plantations are not forests.
Contacts:
World Rainforest Movement:
Winfridus Overbeek
winnie(at)wrm.org.uy
Tel: +55 27 988 219007
Timberwatch Coalition:
Wally Menne
plantnet(at)iafrica.com
Tel: +27 (0) 82 4442083
Rettet den Regenwald:
Guadalupe Rodriguez
guadalupe(at)regenwald.org
Tel: + 49 40 410 38 04 3
Notes:
(1) The letter sent to FAO today can be found here. It is also available in Spanish, French and Portuguese.
(2) In response to the 2015 petition signed by over 130,000 people calling on FAO to change its forest definition, the FAO claims that its role is merely to harmonize the different national and international forest definitions of forests elaborated since 1948. However, the letter sent today shows how this view ignores that in fact, the FAO forest definition is THE reference for many of the national definitions, in the UN climate talks, in initiatives such as AFR100, etc.
¡La definición de la FAO debe reconocer que las plantaciones no son bosques!
El 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, 180 organizaciones le estarán recordando a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) la necesidad de cambiar su engañosa definición de bosque, que data de 1948. Esta anticuada definición ha permitido que, detrás de una imagen positiva, las industrias de la madera, la celulosa, el papel y el empaquetado oculten los devastadores impactos ecológicos y sociales de las plantaciones de monocultivos a gran escala.
La definición de bosque de la FAO ha permitido que, de manera deshonesta, la industria denomine a sus plantaciones de monocultivos de especies de árboles de rápido crecimiento – como el eucalipto, el pino, el caucho o la acacia – “bosques plantados”, ya que define un bosque sólo por una altura mínima, las áreas cubiertas y el porcentaje de la cubierta de dosel de los árboles. Esta definición errónea de bosque aplicada por la FAO también se ha utilizado como modelo para más de 200 definiciones nacionales e internacionales de bosque desde 1948.
Bajo el disfraz de esta definición de bosque de la FAO, y utilizando diversos nombres tales como “bosques plantados”, “forestación” o “plantaciones forestales” para limpiar la imagen de sus actividades, la industria ha sido capaz de expandirse rápidamente, especialmente en el Sur, donde las plantaciones de monocultivos de árboles se extienden ahora a lo largo de varias decenas de millones de hectáreas. Esta rápida expansión ha traído miseria a innumerables comunidades campesinas rurales y pueblos indígenas. Allí donde han llegado las plantaciones de monocultivos de árboles, las familias han perdido sus medios de subsistencia, sus manantiales y arroyos se han secado, sus cultivos han sido envenenados con agrotóxicos y sus modos de vida han sido destruidos. (1)
“Durante casi 70 años, la engañosa definición de bosques de la FAO le ha servido de mucho a la industria forestal. Las empresas plantadoras de árboles han podido ocultar la destrucción ecológica que causan cuando los bosques, praderas y turberas desbordantes de vida y biodiversidad se convierten en extensos ‘desiertos verdes’ de árboles clonados de una misma especie y de edad uniforme, plantados en filas rectas, presentados tras una imagen positiva de bosque proporcionada por la FAO”, dice Winfridus Overbeek, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM).
La propuesta de “restauración del paisaje forestal” para la protección del clima hace más urgente la necesidad de que haya definiciones correctas
“Con la adopción del Acuerdo de París por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la necesidad de una revisión de la definición de bosque de la FAO adquiere aún mayor urgencia”, opina Guadalupe Rodríguez, de Salva la Selva/Rettet den Regenwald. “Sería una tragedia que la engañosa definición de la FAO permitiera que se considerara que la expansión de estos dañinos monocultivos de árboles reúne los requisitos como para recibir fondos para el clima destinados a “reforestación” y “restauración del paisaje forestal”. Esto no sólo perjudicaría a un número aún mayor de comunidades locales cuyas tierras utilizadas para su subsistencia resultan invadidas por plantaciones de árboles, sino que también podría suponer la destrucción de bosques y pastizales ricos en carbono y su reemplazo por plantaciones de monocultivos. Aún así, los países podrían argumentar que, basándose en la definición de bosque de la FAO, no se ha perdido ninguna “superficie forestal” – a pesar de la masiva pérdida de carbono, biodiversidad, recursos hídricos y medios de subsistencia locales cuando los bosques son reemplazados por monocultivos.
La “Iniciativa de Restauración de los Bosques de África” (AFR100) constituye un ejemplo de cómo el deliberado engaño de llamar bosque a las plantaciones permite a la industria forestal aprovecharse de los fondos para el clima. Lanzada en la conferencia de la ONU sobre el clima celebrada en 2015 en París, la iniciativa tiene el objetivo de cubrir 100 millones de hectáreas que los gobiernos africanos participantes consideran “tierra degradada”. El Banco Mundial dispondrá de 1.000 millones de dólares para este plan -basándose en la definición de la FAO para determinar los requisitos de selección para obtener la financiación. Una de las empresas forestales más controvertidas con actividades en África, Green Resources (2), estuvo entre los oradores principales de una conferencia celebrada en Ghana en 2016, donde la implementación de la iniciativa AFR 100 fue una de las prioridades de la agenda.
El tema “Bosques y Energía” de la FAO para el Día Internacional de los Bosques de 2017 revela la urgente necesidad de cambiar la definición de bosque
“La insustentable demanda de energía de los países industrializados, sumada a su ávida búsqueda de nuevas fuentes de energía ‘renovable’, ya está provocando la conversión a gran escala de bosques en plantaciones industriales de ‘biomasa’. Sin embargo, la palabra ‘plantación’ no aparece ni una sola vez en la página de ‘Mensajes clave’ de la FAO para el Día Internacional de los Bosques de 2017”, advierte Wally Menne, de la Coalición Timberwatch, en Sudáfrica. Como ejemplo, se estima que para alimentar el total de las necesidades energéticas del Reino Unido a través de la biomasa obtenida de eucaliptos, se necesitarían unos 55 millones de hectáreas de plantaciones en un país como Brasil – lo que abarcaría un superficie de tierra mayor que el doble del tamaño del Reino Unido.
En el día de hoy , 180 organizaciones y grupos de la sociedad civil de todo el mundo unen sus voces a los más de 130.000 grupos e individuos que apoyaron la petición presentada en el Congreso Forestal Mundial en 2015, reclamando a la FAO que haga frente al desafío y cambie urgentemente su definición de bosque para excluir las plantaciones de monocultivos de árboles, porque “las plantaciones no son bosques”.
Contactos:
Movimiento Mundial por los Bosques
Winfridus Overbeek
winnie(at)wrm.org.uy
Tel: +55 27 988 219007
Timberwatch:
Wally Menne
plantnet(at)iafrica.com
Tel: +27 (0) 82 4442083
Rettet den Regenwald:
Guadalupe Rodriguez
guadalupe(at)regenwald.org
Tel: + 49 40 410 38 04 3
Notas:
(1) La carta enviada hoy a la FAO puede encontrarse aquí. También está disponible en inglés, francés y portugués.
(2) En respuesta a la petición de 2015 firmada por más de 130.000 personas reclamando a la FAO que cambie su definición de bosque, la FAO argumenta que su función es simplemente armonizar las numerosas definiciones nacionales e internacionales de bosques adoptadas desde 1948. Sin embargo, la carta enviada hoy muestra cómo esta visión ignora el hecho de que la definición de bosque de la FAO es EL ejemplo seguido por muchas otras definiciones de “bosque” en uso, en especial en las negociaciones de la ONU sobre el clima, en iniciativas como AFR100, así como por numerosos numerosos gobiernos nacionales, etc.